Creo que se llamaba Maria Encarnación, estaba casada y tenía tres hijos. No la conocía, aunque seguro que alguna vez habré coincidido en la puerta del colegio a la hora de la salida de los enanos.
Únicamente tenía 37 años.
Parece ser que fue un infarto. Tal vez tuviera algún tipo de problema, o llegó sin avisar, da igual. Me la imagino haciendo planes para el fin de semana que no llegará, o recreando mentalmente la obra que haría en casa para ampliar la habitación de los niños, intenciones y propósitos que no se llegarán a cumplir.
No quiero parecer deprimido, pero estas cosas te afectan. Cuando las muertes pasan de ser de padres de amigos y familiares a ser de los propios amigos o conocidos, te das cuenta que has entrado en zona de peligro. Obviamente, no puedes pasar el día pensando que te puede tocar a ti porque al final acabarás obsesionado, pero no por no pensar en ello dejará de estar ahí.
¿Qué puedes hacer? Pues lo cierto es que más bien poco, supongo que cuando nos llegue la hora llegará y punto, así que hasta entonces lo mejor es vivir, con todas las letras. Identificar claramente que es lo importante, y disfrutarlo. No es vivir cada día como si fuera el último, al menos yo no sé como llegar a hacerlo, pero sí saber disfrutar de las cosas por pequeñas que sean. Esas cañas con los amigos, ese rato de risas en el trabajo o el día en el campo con la familia. Eso es lo que va a dar calidad a tu vida.
Tengo otro consejo que darte, y este sí tiene relación con el origen de este blog: haz ejercicio. Da igual si sales a correr, a nadar o a caminar para buscar setas, lo importante es que hagas algo. Te sentirás mucho mejor, estarás de mejor humor y eso acabará generando más buenos momentos de los que comentábamos antes.
Puede que te cueste un poco al principio, pero te aseguro que es una inversión totalmente rentable. Y el más beneficiado vas a ser tú.
…entrenamiento completado.
absolutamente de acuerdo en lo que dices Rafa, y como tu bien sabes, no solamente es el riesgo de que nos de un yuyu y nos vayamos al otro barrio.
ResponderEliminarYo creo que hay que disfrutar de cada momento bueno, porque los malos llegan aunque no los busques, y ademas vienen casi siempre tan seguidos que te dejan sin capacidad para disfrutar de los "buenos", ....y eso no nos lo podemos permitir. Hay que sobreponerse a todo lo malo y tirar palante...
Bueno a ver si le cojemos el truquillo a lo de hacer algo de ejercicio, aunque es duro al principio.
Un abrazo
Carlos