atrotecochinero

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martes, 23 de noviembre de 2010

Ya llega el frío...

Esta es la prueba de verdad. Nada de ver cual es tu mejor marca en el maratón o si eres capaz de correr 10 kilómetros por debajo de 45 minutos, lo que define a un runner de verdad es la capacidad de salir a correr en invierno.

Si después de pasar todo el día en el trabajo llegas a casa y tienes la fuerza suficiente para  calzarte las zapatillas sabiendo que en la calle hay viento, lluvia y frío entonces felicítate porque lo has conseguido. Algo capaz de separarte de tu confortable sillón en un día de perros es algo más que una moda transitoria, ahora ya puedes ir con la cabeza bien alta y codearte con los mejores porque eres uno de ellos. Lo de las marcas es un añadido, algo que sirve para crear un orden en el selecto grupo de los elegidos.

Por si no has notado la ironía, lo que intento transmitirte es que he sido capaz de seguir haciendo mis salidas a pesar de que el tiempo no acompaña. Y bien orgulloso que estoy de ello, que el número de corredores que entrenan en el parque al que yo voy se ha visto reducido en más de la mitad. Y yo sigo ahí.

No te voy a negar que me cuesta hacerlo, y que algún día me lo he saltado porque el sillón  me ha atrapado con tanta fuerza que no he conseguido soltarme, pero no veas que satisfacción cuando vuelves a casa sudando y te metes en la ducha. Solo por ese momento  merece la pena.

Por cierto, el cambio de meteorología me ha obligado a modificar también mi rutina en las salidas. Hasta ahora iba andando hasta el parque, allí trotaba lo más dignamente que podía y al acabar estiraba en el mismo parque para luego volver andando tranquilamente a casa. Con el cambio de temperatura he notado que al pararme a estirar acababa quedándome frío y la vuelta a casa se me hacia muy dura, así que ahora empiezo a correr desde el portal utilizando el trayecto hasta el parque para hacer el calentamiento, y los estiramientos los hago en unos bancos que hay cerca de casa. Así el riesgo de resfriarme se reduce un montón.

Espero ser capaz de seguir saliendo cuando venga el frío de verdad. ¿Tú lo haces?

… entrenamiento completado.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Si todo el mundo lo dice...

Hay mucha gente que piensa que correr es algo simple y, sobre todo, barato. Todos tenemos unas zapatillas de deporte en casa, así que no hay más que ponérselas en los pies, enfundarse una camiseta vieja y unos pantalones cortos y salir a la calle.

Yo también pasé por ese estado. Incluso cuando empecé preferí hacerlo con mis zapatillas más viejas y cómodas, cuya última gloriosa misión había sido ayudarme a pintar la habitación del niño, pensando que así no tendría problemas de ningún tipo con mis pies.

A pesar de que en estos primeros días mi ritmo era tremendamente lento, hacía poco kilometraje y gran parte andando, cuando volvía a casa me dolían las piernas como si hubiera participado en una maratón. Creía que después de pasar tanto tiempo sin hacer nada el dolor era una consecuencia de la inactividad, y gracias a ello era capaz de volver a salir al día siguiente. Lo peor era al levantarme por las mañanas, pero me imaginaba que era algo que se pasaría con el tiempo, como las agujetas.

Como no mejoraba empecé a meterme en páginas y foros especializados en running y en todos encontré el mismo consejo: lo primero de todo es comprarse unas zapatillas adecuadas, olvídate de tus viejas zapatillas e invierte un poco de dinero en un calzado adecuado a tu tipo de pisada.

¡¡Eso es empezar con buen pie!!

Decidí rectificar y hacer caso del consejo, así que fui a google y busqué ‘tiendas running Madrid’. El primer resultado me sonó conocido: ‘tu tienda de atletismo, Bikila’. Genial, tienen una tienda muy cerca de casa. He pasado un montón de veces por delante y casi nunca había nadie dentro, pero si en google dicen que es buena seguro que lo es (ya sabéis, el primer mandamiento del geek es que todo lo que dice google va a misa).

Y como no podía ser de otra manera, google tenía razón. La pequeña tienda que yo veía al pasar por delante tiene una planta inferior que es como bajar al paraíso del corredor. Cantidad de zapatillas y material diverso por todas partes pero, sobre todo, un montón de gente hablando de carreras, tiempos y marcas personales.

Me hicieron un test de la pisada y me aconsejaron unas zapatillas adecuadas a mi forma de correr y a mi peso (y a mi presupuesto, que eso siempre influye). El resultado, unas Nike Pegasus+ 26.

Obviamente, el dolor no desapareció del todo porque la inactividad tiene que hacerse notar, pero no era comparable a lo que sentía antes. Aunque seguía siendo igual de lento y no recorría más distancia que antes, por las mañanas era mucho más fácil levantarme. Todo lo fácil que es levantarse para ir a trabajar, claro.

Y es que, como dice el refrán, cuando el rio suena agua lleva.

…entrenamiento completado.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Ya soy oficialmente runner

Este domingo se celebró en Madrid la carrera que organiza el BBVA para recaudar fondos para ACNUR, creo que esta es ya el tercer año que se corre. Me enteré por las noticias que recibo a través del carné de corredor, que me hice en un arranque de orgullo después de una salida satisfactoria. Bueno, también influyó que es gratuito, aunque hay una versión de pago para los profesionales.

 El caso es que como había leído que las carreras de 5 km son más una fiesta que una competición, y como en esta se podía elegir entre 5 y 10 km decidí apuntarme. Muy mal tenía que hacerlo para llegar el último, y en el peor de los casos sacaba una camiseta técnica y unos calcetines (por 5€ de la inscripción).

Cuando llegó el día puse en práctica todo lo que había leído. Incluso me levanté pronto para  desayunar dos horas antes de la carrera, y mientras lo hacia no dejaba de preguntarme para que me había metido en aquel berenjenal. Para un día que se puede dormir!!

A las 8 estaba en el punto de salida y ya había un montón de gente, incluso algunos calentando. Jodo, si me pongo a calentar ahora para la carrera ya estoy desfondado, así que puse cara de saber de que iba todo aquello y me fui a buscar el chip para las zapatillas.

El artilugio es sencillo de instalar, y como no era plan de irse a tomar un café con mis pintas de profesional me dediqué a dar paseitos arriba y abajo observando a la gente. Mucha variedad, desde grupos de amigotes que todavía estaban de fiesta a veteranos curtidos en batallas más importantes. En total 10.000 almas.

Entre unas cosas y otras llegó la hora de prepararse para el gran momento. Como soy un tío consciente de mis limitaciones me situé prácticamente detrás de los últimos para no estorbar, así que cuando crucé la línea de salida los primeros ya casi estaban llegando a la meta.

 Decidí tomarme el recorrido con calma porque entre tanta gente no era cómodo avanzar. Eso y que tampoco estoy yo para adelantar a nadie, así que haciendo honor a este blog puse trote cochinero y a tirar millas. Pero luego te dejas llevar por el ambiente y cuando te das cuenta estás desmelenado a un ritmo que no deberías llevar. Yo creo que ahí ya dejó de llegarme sangre al cerebro, porque lo siguiente que recuerdo es estar llegando a meta intentando identificar a mi club de fans entre el poco público que había. Luego mi mujer me explicó que no habían podido aparcar y por eso llegaron tarde, una pena, con lo orgullosos que habrían estado viendo mi entrada. Por supuesto con sprint final, para salir guapo en la foto.

 Después descubrí que había conseguido hacer los 5,54 km en 29:38, un ritmo de 5:21 por kilómetro. No lo recuerdo, pero ha debido ser todo el camino cuesta abajo porque este tiempo no es propio de mi.

En fin, como experiencia no ha estado mal. No es que haya descubierto una pasión desconocida pero seguro que algún día repito. Y no voy a negar que algún momento de sentirme como un corredor de verdad también he tenido, y es agradable.

Los dolores durante los dos días siguientes no lo fueron tanto.

…entrenamiento completado.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Un mes mas, el tercero

Hoy se cumple el tercer mes desde que empecé a contabilizar mis salidas, guardar los datos y esas cosas. Y aunque hay varias cosas que quiero comentar hay una que destaca por encima de todas: he recibido mi pulsómetro nuevo, un garmin forerunner 405. Ya sabía yo que esto de correr no era más que una excusa para comprarme cacharros nuevos…

El aparato es una auténtica pasada, ya escribiré una entrada contando mi experiencia con él, pero de momento os diré que solo le falta cocinar para ser la pareja perfecta.

Por supuesto he salido a probarlo, y me he llevado también el iphone ejecutando MiCoach para comparar los datos de uno y otro. Dos sorpresas, la primera es que el resultado final que se obtiene con el iphone es bastante exacto, más de lo que pensaba, aunque se equivoca bastante en los ritmos intermedios que son los que utiliza para marcarte si debes ir más despacio o acelerar.

La segunda sorpresa, consecuencia de la anterior, es que al no ir frenado por las indicaciones de MiCoach he conseguido correr 5 kilómetros en menos de 30 minutos. Ahí es nada,y eso que me he pasado todo el tiempo trasteando con el reloj. Eso sí, al cubrir los 5 kilómetros he bajado el ritmo y me he entregado totalmente a pulsar los botoncitos y mirar las diferentes combinaciones de datos que puede mostrar. El ritmo durante esos 3 kilómetros mejor lo olvidamos.

Ya sé que un ritmo de 6 min/km puede parecer un chiste para mucha gente, pero a mi me ha dado un subidón. Mirando los datos de estos tres meses compruebo que ahora corro más días, más tiempo y más rápido. ¡¡Como para no estar contento!!

No quiero aburriros con números, pero no voy a dejar pasar la ocasión de presumir un poco. A continuación pongo la evolución en estos tres meses del ritmo por kilómetro, leído por semana.






Se nota ¿no? Es lo bueno de empezar desde las profundidades de la forma física, lo único que se puede hacer es mejorar.

Me despido con los datos de este mes.


…entrenamiento completado.